Mantenimiento del Motor: El cambio de aceite regular elimina los residuos y partículas de suciedad del motor, prolongando su vida útil y asegurando un rendimiento constante.

Mejora de la Eficiencia de Combustible: El aceite limpio y fresco reduce la fricción en el motor, lo que conduce a una mayor eficiencia de combustible y ahorro en costos de gasolina.

Protección contra el Desgaste: El aceite nuevo y limpio lubrica las piezas móviles del motor, evitando el desgaste prematuro y costosas reparaciones.

Reducción de Emisiones: Un motor bien lubricado emite menos contaminantes nocivos, lo que contribuye a un medio ambiente más limpio.

Mantenimiento Preventivo: El cambio de aceite regular también permite detectar posibles problemas en etapas tempranas, lo que evita averías mayores y costosas en el futuro.

Conducción Suave y Silenciosa: Un motor bien lubricado funciona con suavidad y produce menos ruido, lo que mejora la experiencia de conducción.